En el marco del proyecto Kururu Pytã, durante el otoño viajamos a la provincia de Chaco para continuar planificando los trabajos en el territorio sobre la misteriosa Rana Coralina. En esta ocasión nuestros objetivos fueron conocer actores locales y explorar áreas en donde desarrollar futuras campañas de campo.
Entre paisajes de bosques de quebrachos y ríos colorados, nuestra primera parada fue la localidad de Nueva Pompeya, ubicada dentro de la zona de El Impenetrable, que fue la base operacional del equipo durante los primeros días de campaña. Desde allí partimos a diferentes parajes para encontrarnos con pobladores referentes locales con quienes compartimos mañanas y tardes enteras.
Nos dirigimos al primer paraje cercano para visitar a Rosita, una lugareña cuyo hogar lindero a un paleocauce -lo que solía ser un tramo de cauce- del río Bermejito, se muestra como un ambiente propicio para que habite la Kururu Pytã. También visitamos a Daniel Jaimes y su familia, quienes ya habían colaborado con otros grupos de investigación y que cálidamente nos recibieron para contarnos las experiencias cercanas con la Rana Coralina y otras cuestiones relacionadas a la situación de la región. Además, nos enseñaron a identificar flora y fauna autóctona del Chaco y sus nombres locales.
Por último, Licindo Tebez nos recibió en su hogar en el paraje El Hacha, y allí tuvimos el honor de conocer a Hugo Correa, Natay Collet y Genaro Tebez, quienes junto con Licindo forman parte del equipo del Proyecto Quimilero. Esta iniciativa coordinada por la Dra. Micaela Camino, está orientada a proteger a una especie de pecarí conocido como “Quimilero” (Catagonus wagneri) y su ambiente nativo, el Chaco Seco. En este día compartido pudieron contarnos sobre el inmenso trabajo científico y de divulgación que realizan en conjunto con la gente local, del cual nos queda mucho que aprender.
Por supuesto, antes de partir hacia nuestro próximo destino y a pesar de encontrarnos en la temporada de baja actividad de anfibios, realizamos una salida nocturna por el monte con el fin de observarlos… ¡Y no nos fallaron! Pudimos ver y registrar algunas especies de ranas y otras especies del elenco faunístico local, aprovechando la oscuridad de la luna nueva que nos permitió contemplar un cielo increíblemente estrellado.
Finalmente nos dirigimos al Paraje La Armonía, para llegar a nuestro último destino: el gran Parque Nacional El Impenetrable, una de las áreas protegidas más importantes que posee el Chaco argentino. Nos presentamos, contamos del proyecto y conocimos a los brigadistas encargados del lugar. Luego de recorrer 36 km desde el río Bermejito por el camino principal, llegamos a las orillas del río Bermejo, el límite norte del parque frente a la provincia de Formosa. Durante este recorrido, pudimos tener un primer acercamiento a la diversidad de ambientes que presenta el área protegida y evaluar si hay hábitats favorables donde puedan hallarse poblaciones de la Rana Coralina. Pasamos la noche en el camping frente al caudaloso río Bermejo y al salir el sol, amanecimos con los cantos matutinos de las charatas, aves características del monte chaqueño, cerrando esta segunda campaña en las tierras de la Kururu Pytã.
En este viaje buscábamos tener una primera mirada sobre las diferentes realidades que conviven en la región para orientar el extenso trabajo que nos espera en el territorio, y empezar a crear las primeras redes de colaboración y comunicación con las personas del lugar. Pudimos intercambiar información acerca de la Kururu Pytã e indagar sobre el conocimiento y la percepción que tiene la gente local sobre esta especie en particular y sobre los anfibios en general. También pudimos conversar sobre las problemáticas ambientales y sociales de la región, como los desmontes, el tráfico ilegal de flora y fauna y el avance de la agricultura sobre los bosques nativos. Todo ello será crucial para alcanzar los objetivos de trabajo de nuestro proyecto.
En estos días vividos compartiendo mates, almuerzos, costumbres, conocimientos y sensaciones con las personas del lugar nunca dejamos de sorprendernos de la calidez, la hospitalidad y la disposición para con nosotras y nuestro trabajo. Nos queda un largo camino por recorrer, pero volvimos llenas de expectativas.
