
Nuestro Origen
En 2009, la preocupación por el estado de las poblaciones de anfibios que habitan agroecosistemas nos impulsó a conformar un grupo integrado por graduades y estudiantes de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), en ese entonces enfocado, en estudiar anfibios de entornos agrícolas del Cinturón Verde Platense.
Este extenso trabajo de campo, en el que investigamos los efectos que los plaguicidas generan en especies nativas, nos brindó la oportunidad de vincularnos con productores agroganaderos y comunidades rurales, y nos advirtió sobre la necesidad de generar espacios de intercambio de saberes por fuera del ámbito académico.
Más tarde, hacia 2013, extendimos nuestra labor a toda la Región Pampeana argentina. La iniciativa COANA (en aquel momento “Conservación de Anfibios en Agroecosistemas”) coordinó acciones de investigación junto al Grupo de Estudios sobre Biodiversidad en Agroecosistemas (GEBA) de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (IEGEBA-UBA-CONICET), dirigido por el Dr. David Bilenca. También impulsó programas de comunicación y educación en alianza con organizaciones conservacionistas y entidades educativas.
Nos moviliza —ayer y hoy— la necesidad de elaborar, a partir de evidencia científica, recomendaciones de manejo que integren objetivos de conservación con metas productivas. Buscamos así reducir la tensión de los conflictos entre quienes producen y la biodiversidad.

¿Qué hacemos?
Nuestro Presente
A partir de 2022, la iniciativa COANA se expandió a otras regiones de Argentina, abordando problemáticas de conservación de anfibios en diversas ecorregiones del país. La necesidad de ampliar nuestras acciones para incluir un espectro más amplio de especies nos llevó a salir del enfoque exclusivo en los agroecosistemas de la Región Pampeana, y a enfrentar un abanico más amplio de conflictos ambientales que afectan a la biodiversidad.
Este desafío nos condujo a modificar nuestro nombre pero no nuestra sigla: así, COANA significa ahora “Conservación de Anfibios en Argentina”. Metamorfoseamos, cambiamos, pero somos esencialmente les mismes.
Nuestros proyectos abarcan distintos enfoques: algunos están orientados a la conservación a nivel de especies, mientras que otros abordan problemáticas relacionadas con la pérdida de hábitat causada por actividades productivas. Cada proyecto integra componentes científicos, de comunicación y educación, y de gestión institucional. Los resultados de cada área nutren a las demás, en un proceso continuo de construcción colectiva de conocimientos y saberes que guían nuestras acciones de conservación.
De este modo, trabajamos en:
Investigación: Definimos objetivos y preguntas para identificar los efectos de la pérdida de hábitat (cambios en el uso del suelo) sobre especies y comunidades acuáticas. También buscamos evaluar la extensión y severidad de otras amenazas que, en conjunto con la pérdida de hábitat, contribuyen al declive de poblaciones, como enfermedades emergentes o exposición a pesticidas. En proyectos específicos de conservación de especies, nos enfocamos en identificar las causas del declive poblacional y evaluar la eficacia de las acciones de manejo in situ. Cuando las amenazas incluyen conflictos derivados de actitudes y percepciones humanas, investigamos creencias y emociones que pueden conducir a actitudes anti-conservacionistas.
Comunicación y educación: Nuestras acciones están dirigidas a comunidades rurales e indígenas, desarrollándose en los territorios y planificándose junto a sus miembros. Dependiendo del problema y la audiencia, las actividades incluyen programas de ciencia ciudadana, campañas de participación pública, capacitaciones y programas educativos en ámbitos formales y no formales. Además, desarrollamos productos multimedia y contenidos para redes sociales que amplifican y replican la información más allá de los territorios.
Gestión institucional: Trabajamos con autoridades locales, provinciales y nacionales para influir en la toma de decisiones y promover políticas públicas favorables a la conservación.
Manejo in situ/ex situ: Evaluamos cuidadosamente la necesidad de implementar acciones de manejo basadas en evidencia científica y la urgencia de cada caso. Esto puede incluir rescates, translocaciones, suplementación de poblaciones, y experiencias piloto de manejo de ganado.